¡Hola a todos!
¿Alguna vez se detuvieron a pensar qué bueno es y qué bien nos hace un abrazo?
Un abrazo con los brazos bien abiertos, que rodeen al otro y le hagan sentir calidez, contención, comprensión, solidaridad, entendimiento...en realidad, todos matices de un sentimiento que los nutre: el AMOR.
Un abrazo a tiempo puede acabar constructivamente con una discusión, un malentendido, una pelea...nos hace bajar la agresividad, el enojo, la ira, la rabia...todos esos sentimientos que se despiertan en nosotros tal vez porque también necesitamos un abrazo y no nos animamos a decirlo o a pedirlo...
Los abrazos deberían estar prescriptos por los médicos para sentirse mejor cuando uno se enferma, se entristece, se deprime o se siente mal; es que es verdad que pueden significar una curación de heridas internas que ninguna otra medicina conocida, natural o alopática, puede sanar.
Un abrazo cuyando estamos llorando o incluso cuando estamos felices y emocionados, nos llena el alma de luz.
Un abrazo nos remite a lo mejor que llevamos dentro, a los sentimientos que constuyen y ayudan a que hagamos de este mundo un lugar mejor.
La próxima vez que veas a alguien enojado intenta abrazarlo con todo tu amor y ocurrirán maravillas; a veces ese abrazo desencadena el llanto por viejas heridas, ese llanto que neecsitábamos liberar y ni siquiera lo sabíamos...
Lo mismo si ves a alguien solo, triste, deprimido, discriminado, juzgado, herido, disminuido en cualquier sentido...tu abrazo puede ayudar.
Y también abraza con tu mirada, con tu actitud, con tu ser; que tu paso por la vida y los lugares cotidianos sean una "siembra de abrazos" que en tu corazón cosecharás mucha luz, mucho amor y mucha paz.
Y no te olvides... ¡a mi también me gustan los abrazos!
Un beso a todos,
María Marta.
lunes, 23 de abril de 2007
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